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Luces de Cruce

Las luces no solo nos despejan el camino, también avisan a los demás de qué lugar ocupamos en él. Pero poner las luces es más que girar el mando del alumbrado: a cada circunstancia corresponde un tipo de alumbrado. El conductor debe saber cómo interpretar las circunstancias, adecuar la velocidad y escoger el alumbrado  en función de cada momento.

En cualquier caso, un alumbrado adecuado y en perfectas condiciones es imprescindible, ya que las luces del coche son decisivas en emergencias, inmovilizaciones en vías mal iluminadas, circulando por carreteras reviradas o dentro de un túnel.

Por ello, es crucial contar con un correcto alumbrado en cada momento, revisar todos los componentes de iluminación del vehículo (sin olvidar luces traseras, de freno, marcha atrás y antiniebla) y comprobar el reglaje de los faros (sobre todo si va el coche cargado, ya que es más posible deslumbrar). Y si de pronto alguien te deslumbra, disminuye la velocidad de forma progresiva hasta incluso detenerte si fuera necesario.

Comprar luces de cruce

El alumbrado de tu coche vehículo equipa, entre otras, estos seis tipos de luces que sirven tanto para ver como para ser visto. Ahora te explicamos cuándo se utilizan 3 de ellas:

Luz de cruce (corta)

Se usan de noche, siempre, en todas las vías y de día, en todas las vías con niebla, mucha lluvia, nevada o nubes de polvo o humo. Por supuesto, en todo momento en túneles, carriles reversibles, adicionales y habilitados para circular en sentido contrario.

No es obligatorio, pero sí aconsejable, circular con las luces de cruce encendidas durante el día ya que los vehículos se distinguen mejor. Por cierto, las luces de conducción diurna que equipan algunos vehículos no sustituyen al alumbrado de corto alcance.

Luz de Carretera (larga)

La luz larga o de ruta es una luz muy intensa que permite ver de noche a una gran distancia. Es indispensable para circular en ruta y se alterna con la corta para no encandilar al que está adelante o viene en sentido contrario.

A la vez, la luz de largo alcance se usa para “avisar” que estamos allí en condiciones climáticas que reducen la visibilidad, como ocurre en el caso de tormentas o niebla. Es una gran aliada en situaciones extremas.

Se emplean solamente noche, en carreteras insuficientemente iluminadas. La norma indica que cuando no se lea una matrícula a 10 metros o un vehículo oscuro a 50 metros, circulando a más de 40 km/h.

Debe cambiarse a la luz de cruce si deslumbra a peatones y a otros conductores de frente o por los retrovisores. No debe utilizarse en poblado. En autovías y autopistas también hay que cambiarlas por las cortas siempre que venga otro vehículo de frente, incluso aunque haya una mediana.

Luz de carretera adicional

Las luces adicionales en giros son algo bastante reciente, de hecho aunque no tienen un elevado coste, no son muchos los coches que la traen como equipamiento de serie (aunque cada vez son más). Consiste en encender una luz adicional a la luz de cruce, en el lado hacia el que se está girando el volante, que ilumina no hacia delante, sino hacia el lateral.

Es muy sencillo, solo hay un captador de giro en la dirección, que acciona la luz a partir de un determinado ángulo de giro del volante. Hay una bombilla más, ya sea en el faro principal, o en el faro antiniebla (a veces los sistemas más sencillos no añaden ninguna lámpara más, y utilizan solo la propia del faro antiniebla, aunque no es lo ideal).

Esta luz suele funcionar solo a velocidades bajas (hasta 40 o 50 km/h aproximadamente, en algunos casos incluso hasta 70 km/h) y permite eliminar zonas en penumbra en los giros cerrados (por ejemplo en cruces), con un ángulo de 65 grados y hasta unos 30 m de alcance.

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